Vino a visitarnos Lucía, que como veis, sufrió el terrible trato al que sometemos a todas nuestras visitas, arrojándolos sin piedad con nuestras pequeñas fieras.
Lucía nos echo una manita en la protectora y saco tiempo para poder hacer sufrir a los peques con mimos y demás
atenciones. Si, esas atenciones que sabemos que no les gusta nada, pero nadita.
Esperemos que Lucía repita, que a nuestros peludos la experiencia siempre les sabe a poco y quieren repetir.
Muchas gracias por acercarte Lucía, ya sabes que esta es tu casa y si quieres repetir tienes las puertas abiertas y las tripotas de nuestros peques dispuestas a que les hagan mimos.
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