A Tenorio lo recogimos hace apenas un año en el Casco Vello. Tenía una gingivoestomatitis bestial que supuso muchísimo trabajo, manipulación y tratamiento poder controlar.
Con el interferón felino y el tratamiento paliativo conseguimos que se mantuviera estable, comía muy bien y además lo hacía con ganas, era un goloso empedernido!
Pero la inmunodeficiencia le jugó una mala pasada. Una anemia brutal lo barrió en cuestión de días. Intentamos salvarlo con una transfusión pero no conseguimos estabilizarlo. Era el momento de dejarlo descansar.
Tenorio era el Don Juan del Casco Vello, Marqués de Valterra y Cánovas del Castillo, dónde consiguió que nuestra Canovitas cayera en sus redes y nacieran Leni y Barbi (las 3 con nosotros en el refugio).
Una vez recogido, se convirtió en un auténtico perrigato con su acogida. Había que medicarlo tres veces al día y no le gustaba nada, pero aún así, no se separaba de la persona que cuidó de él todo este tiempo. Siempre estaba presente, era tanta la compañía que hacía, que echarle de menos es inevitable.
No contábamos con que nos dejara tan pronto. Apenas un año, un año en el que peleamos todo lo que pudimos y más 
Descansa Tenorio 
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