Un gato sabe cuándo estás embarazada, te ayuda a equilibrar tu energía y además trabaja con tu
bebé. A los gatos les suele gustar dormirse sobre tu barriga cuando estás embarazada,
mullirla y ronronear. Esto tanto para tí como para tu bebé es muy beneficioso, además
es una experiencia única y preciosa.
GATOS Y BEBÉS SON COMPATIBLES.
Ahora que vas a ser madre, ¿piensas que no tienes tiempo para tu gato? ser
madre es una de las mayores responsabilidades de nuestra vida, y vas a empezar siéndolo
¿con una irresponsabilidad tan grave como la de abandonar a un compañero que
depende de ti? si en su día decidiste hacerte cargo de un animal,
responsabilizarte y cuidarlo, debes ser consecuente. Los animales están contigo todos
los días de tu vida, sean buenos o malos, estés llorando o riendo, están ahí.
¿Quieres que tu hijo crezca sabiendo que por su nacimiento abandonaste a un animal, que
probablemente hubiera sido su primer mejor amigo? Esto es sólo un poco de conciencia.
Para ser una madre responsable, has de serlo también con tus animales. De lo
contrario es contradictorio e incomprensible.
Realmente, los niños que se crían con animales son más sociables y más felices, y
esto lo dicen muchos estudios con base científica, estadísticas y esas cosas que
a la gente le gusta mirar. Basta con ver la cara de un niño jugando con un gato.
Incluso se tienen gatos en algunos asilos de ancianos porque son beneficiosos para las
personas mayores por su compañía, tacto, ronroneo, y la terapia asistida con animales
es justo esto. Los animales son beneficiosos para las personas, para todas.
Por otro lado, si tu gato presenta problemas de comportamiento, has de saber que todos
estos problemas tienen solución (que no consiste en una medicación con ansiolíticos),
PROBLEMAS DE COMPORTAMIENTO DEL GATO CUANDO NACE EL BEBÉ.
Generalmente estos problemas de comportamiento pueden consistir en que el gato orina
o defeca fuera de su arenero (estrés), o algún tipo de agresión (estrés). Este estrés
normalmente es causado por el propio propietario del gato, consciente o
inconscientemente.
Por ejemplo, para el gato es muy importante su territorio y olor, si
empezamos a cerrarle puertas (la habitación del bebé llena de muebles nuevos sin
feromonas de tu gato), puede ocasionar que tu gato se sienta estresado al no poder
marcar con sus feromonas esa zona ni explorarla, para tener su territorio perfectamente
controlado, uno de las actividades principales de ser gato.
Las feromonas de gato son inocuas, no huelen, no se palpan, no están llenas de microbios ni nada parecido, son únicamente para uso personal del gato. Y el gato necesita impregnar con este olor, su
propio olor, todo lo que le rodea para sentirse tranquilo y agusto. De lo contrario, puede
sentirse estresado y presentar problemas de conducta.
Otro ejemplo, cambio de hábitos por nuestra parte. De jugar mucho con el gato, tener
rutinas diarias con él, a olvidarnos por completo de él. Los gatos no tienen celos, ni
envidia, ni odio (todo eso es humano), pero lo que nota es que sus rutinas se han roto y
es un animal muy rutinario.
Cuando estés embarazada, puedes ir creándole otras rutinas
a unas horas en las que creas que cuando tu bebé haya nacido, puedas dedicárselas al
gato.
Otro gran fallo grave consiste en regañar al gato por cosas que jamás le habíamos
regañado. Cuando se tiene un bebé tendemos a ser sobreprotectores, y ahora regañamos
al gato hasta por subirse al sofá cuando siempre ha dormido ahí. Seamos coherentes por
favor. Esto es lo que el gato nota y esto es lo que causa problemas de conducta.
LLEGAR A CASA CON MI BEBÉ,¿COMO SE LO PRESENTO AL GATO?
Cuando el bebé haya nacido, se les pueden ir llevando al gato ropa o trapitos
impregnados del olor del bebé para que lo vaya reconociendo.La alegría de tener un hijo, hay que compartirla con el gato, no verlo como un enemigo. Presentar nuestro hijo al gato ha de ser de lo más
natural y amoroso posible, con ganas de verdad de compartirlo como un miembro más
de nuestra familia.
Hay que tener en cuenta algo muy importante, para el gato, un bebé humano no es
igual que un humano adulto: se mueve diferente, vocaliza diferente y con ruidos muy
altos y agudos, huele diferente. Es como una especie nueva, por eso quizás en alguna
ocasión pueda tenerle miedo. Pero si actuamos con naturalidad y le restamos
importancia, comprobaremos que poco a poco, el gato se interesa por este nuevo
compañero, si se lo mostramos con alegría, queriendo que él forme parte de toda esta
nueva felicidad. Podemos dejar sin problema que el gato se acerque al bebé, utilizando
premios, con calma, podemos dejar que duerma incluso junto a él.
El único riesgo que existe es que el gato se tumbe sobre el bebé, pero para eso están las madres, siempre
estaremos supervisando la situación, sin dejarlos solos.
Fuera miedos, disfruta de tu bebé, de tu pareja, de tu gato y de tu perro, la familia sois todos juntos.
Laura Trillo Carmona, terapeuta de gatos
laura@terapiafelina.com / 652 92 78 30
http://www.terapiafelina.com/
totalmente cierto, madre de dos niños (2años 9 meses, 1 año 4 meses) y de 3 peluchones (Bandi, Ranma y Miaka) nuncan han recibido ningun tipo de agresion de parte de los peluches, es mas soportan que los otros dos loquillos les jueguen un poquito brusco, pero cuando ya se ponen muy loquitos, simplemente los dejan y se van... se cuidan bien mutuamente (gatos y niños) tanto asi que cuando algo les pasa y lloran desconsoladamente por alguna caida, lo primero q hacen es ir a ver que ha pasado y hasta gruñen al adulto por q piensan que le hemos hecho algo al bebe (Bandi) :D
ResponderEliminarBella! asi es mi gata y mi relacion con ella, la adoro
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