Esta semana os presentamos a Rei, uno de nuestros casos especiales, que encontró un hogar estupendo.
Rei lo pasó bastante mal, pero finalmente su historia ha tenido un final feliz.
Rei tuvo una vida muy complicada. Fue recogido por una voluntaria en una colonia de nuestra ciudad, era un gato confiado y obediente, pero un día desapareció, y cuando volvió a la colonia venía con una pata fracturada.
Es lo que tiene vivir en nuestras calles.
A Rei se le operó, y le quedó un aligera cojera. Por desgracia poco después se le presento la diabetes de tipo 2, que fue muy difícil controlar por las dosis y el pienso (al pobre no le gustaba nada). Y para colmo, se le presentó una obstrucción por cristales en la orina, lo que complicó muchisimo su tratamiento.
Gracias a la perseverancia de su casa de acogida no solo consiguieron controlar la obstrucción, si no también la diabetes hasta no necesitar tomar más insulina.
Ahora, al fin, Rei tiene un hogar y disfruta por fin de la vida y la alegría de ser querido y protegido.
Su adoptante nos cuenta:
Rei es un gato extremadamente cariñoso, así como te acercas a el te ronronea y te da cabezazos. Se restriega y se te sube. Te da besitos y es super obediente.
Se adapto rápidamente a su nuevo hogar, y aunque sus nuevos compañeros son algo tontorrones, lo van aceptando. Es muy juguetón.
Animo a toda la gente a que adopten un gato adulto y no se asusten por que sea un poco diferente, vale la pena.
El carácter de Rei era el que estábamos buscando y estamos encantados con el.
Gracias por darle una oportunidad a Rei y enviarnos estas fotos tan bonitas. Se le ve precioso, feliz y muy bien cuidado. Y sobre todo, se le ve en el hogar que se merecía, tranquilo y protegido.
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