Esta semana nos toca presentaron a Bufón, uno de esos casos especiales que muchos piensan que jamás tendrán una oportunidad.
Bufón llegó a nuestras manos cuando apenas era una pulguita de dos meses, muy acatarrado, negro de la suciedad que le cubría su desnutrido cuerpo.
Una trabajadora del casco Vello llamo para avisar de que casi le atropellaba un coche, y así, gracias a su preocupación, llego a nuestras manos.
Era un gato muy huidizo, desconfiado y miedoso. Sus experiencias con el ser humano no debían haber sido buenas a juzgar por su aspecto.
Con paciencia y cariño poco a poco fue mejorando su carácter, y ahora, desde su nuevo hogar, nos cuentan que incluso se deja coger en brazos.
Bufón es un gato afortunado, ha encontrado a Pili en su camino, que le ha dado la oportunidad de conocer un hogar y a aprender a confiar en el ser humano.
Ojala otros gatos como Bufón tuviesen la misma oportunidad y suerte.
Muchas gracias por cuidar así de Bufón.
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