Un juez le impuso una multa de 700 euros por no respetar el contrato de adopción.
La mujer quería tener un gato y acudió a la asociación para la protección y defensa de los animales Gatocán, que entre otras cosas se dedica a ofrecer mascotas en adopción. Lo único que piden a cambio es que se les permita durante los dos años siguientes hacer un seguimiento del animal para comprobar si está bien cuidado. Por ahí viene el problema, pues esa persona que deseaba la compañía de un minino no permitió inspección alguna a pesar de los continuos requerimientos por parte de la protectora. Así que se le pidió que devolviera el gato. Pero no hay noticias del animal. Se le ha perdido la pista y la mujer ya no se sabe dónde está, de ahí que un juez le impusiera una multa de 700 euros por no respetar el contrato de adopción.
El problema entre la protectora y esta mujer, vecina de Ferrol, surgió a las pocas semanas de producirse la adopción, que fue el 28 de junio del 2009. Aquel día, Gatocán y la mujer formalizaron un contrato de adopción en el que quedaba muy claro que la protectora «cedió en adopción a un gato de raza común llamado Pitufo , comprometiéndose la persona que lo adopta a autorizar expresamente a la asociación cedente a efectuar inspecciones oculares del lugar donde se encontrase el animal, bastando para ello la notificación telefónica con al menos un día de antelación». Igualmente se establecía en otra cláusula que «el incumplimiento de cualquiera de las obligaciones reflejadas en el contrato faculta a la protectora a ejercitar la reserva de dominio del animal dado en adopción o para requisarlo temporalmente mientras se compruebe el cumplimiento o no de las obligaciones asumidas por la adoptante».
Requerimientos
El problema surgió que a las pocas semanas de la firma, la mujer dejó de contestar a los requerimientos de la asociación. De junio del 2009 a enero del 2010 Gatocán intentó sin éxito ver al felino; preocupados por el estado del animal, a la protectora no le quedó otro remedio que presentar una demanda sobre revocación de donación. Se celebró el juicio y la adoptante no supo decir dónde se encontraba Pitufo , de ahí que el juez la condenase a una multa de 700 euros. El fallo, emitido por un juzgado de Ferrol, es recurrible.
Fuente: http://www.lavozdegalicia.es/galicia/2011/01/06/0003_8948591.htm
Nos alegra saber que las cosas están cambiando. Solo esperamos que ese pobre Pitufo este bien y que Gatocan pueda recuperarlo.
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