A Thor ya lo conocíamos. Es un gatiño de una colonia de Candean (Vigo) al que hace unos meses, castramos y se le tuvieron que amputar las orejas por un carcinoma. Pasó con nosotras una temporada hasta que se recuperó totalmente y volvió a su zona.
Hace unas semanas, nos avisaron del mal estado de uno de sus ojos y hubo que enuclearlo.
Con el tiempo, Thor ha suavizado mucho, es más manejable y Josefa, su ángel de la guarda, quiso cuidar de él en casa durante su postoperatorio, y a la vista está que ambos están encantados.
Thor ya ha pasado por unas cuantas pero sin duda, es un gato con suerte!
Muchas gracias Josefa por quererlos y cuidarlos tanto! Y muchas gracias a su hija Iria, por estar tan pendiente.
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