Suli es uno de los gatos recogidos del entorno del antiguo Hospital Xeral cuando, a causa de las obras del Palacio da Xustiza, se quedaban sin sitio.
Además de Suli, están con nosotros Merichel, Vapi, Tripi, Dumbo, Area, Ágata, Inca, Senda, Beta, Prada, Baguira y Punky. Elva, fallecida hace poco más de un año, también era de alli. De tooodos ellos, solo una es una mimosona y no es Suli.
A Suli la sacamos del refugio hace dos semanas. Los gatos son muy especiales y cuando los conoces y notas que no son los de siempre, sabes que algo pasa. Gatos mimosos que un día no se te acercan, gatos esquivos que un día no escapan y se dejan tocar...algo suele ir mal.
Le hicimos unas pruebas y tenía la bilirrubina alta y ganglios muy inflamados. Creemos que fue una especie de colangio donde se vieron también afectados hígado, intestinos, conducto biliar...un poco de todo, vaya... Por suerte, se controló muy bien con los antibióticos.
Suli es uno de esos gatos que se ponen especialmente nerviosos cuando los manipulas y hace falta mucha calma y paciencia para poder tratarlos. Obviamente no es fácil, la experiencia no te va librar de arañazos y algún que otro mordisco, pero por complicado que sea, creednos que siempre merece la pena. Que un animal sea bravo, no sea nunca un motivo para no ayudarlo.
A veces suavizan el carácter cuando te tienen tan cerca y tienes la oportunidad de demostrarles que no eres un peligro. Con Suli, parece que no va a ser el caso.
En cuanto esté totalmente recuperada, volverá al refugio con sus compañeros, que es donde más tranquila está y, para nosotros, eso es más que suficiente.
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