A los que se mudan y no les permiten animales en casa. A los que cuando crecen, dan demasiado trabajo. A los que su nueva pareja no quiere animales en casa. A los que ante embarazos, hijos, alergias, cambio de carácter, no les tiembla el pulso para abandonarlos, en el mejor de los casos, en un refugio.
Dedicado a todos los que, a la mínima, los dejan atrás.
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