El pino, es uno de los muchos gatos que llegan a nosotros procedentes de avisos porque están en mal estado, gatos que están en colonias que son viejos, o son leucémicos, inmunos, tienen enfermedades y que no se van a poder devolver a sus colonias y para los que dificilmente se les encontrará adopciones.
Sabemos que la esperanza de vida de muchos de ellos va a ser muy corta, porque el estado en el que llegan a nosotros ya es malo, lo que hace que tratarlos sea especialmente duro porque es inevitable encariñarse igualmente con ellos, establecer lazos afectivos, aún sabiendo que probablemente sea poco el tiempo que lo disfrutemos.
Un porcentaje muy elevado de los animales que llegan lo hacen en esa situación.
Pino es uno de esos casos, estuvo un año y medio con nosotros, cuando nos avisaron los cuidadores de la colonia, el animal tenía una diarrea fuertísima, esquelético, en los huesos, estuvo muchísimo meses con antibióticos, probióticos, dieta. Se consiguió estabilizar su problema de diarrea.
Era un gato inmuno y cuando comenzó a activarse la enfermedad empezó con infección en sangre, se logró controlar y luego una anemia de la que no llegó a recuperarse. Pasó sus últimas semanas fuera del refugio, donde pasó de ser un gato asustadizo a un peluche gati-perro.
Hasta siempre pequeño
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