Nuestro precioso Richo, os recordamos su historia:
Llevábamos cosa de un mes que parecía que la glucosa le estaba empezando a estabilizar y había días en que no hacía falta pincharlo. Parecía un diabetes tipo 2 y que lograría remontar y recuperarse, tras meses y meses de lucha.
Justo una semana antes se detectó que tenía fiebre y fue atendido de urgencia en la consulta veterinaria, se le hizo análisis con el resultado de que tenía los glóbulos blancos muy bajos (era un gato inmunodeficiente).
Empezamos tratamiento con suero y antibiótico tres veces al día.
Al día siguiente de comenzar el tratamiento Richo amaneció bañado en sangre, pensamos que se había quitado la vía, pero en realidad estaba sangrando por la boca, le administramos anticoagulantes y de nuevo a urgencias con él, lo sedamos para ver de dónde procedía el sangrado. Tenía una muela con sarro que hizo efecto cuchilla, se le incrustó en la encía y le estaba cortando. Se le extrajo de urgencias junto con otras dos que también tenían mal aspecto.
Seguimos el tratamiento y la boca le dolía muchísimo, no era capaz de comer, fue un auténtico drama verlo así, estaba muy postrado y no remontaba. Se hizo todo lo posible y más, pero ya no tenía glóbulos blancos y falleció a causa de una septicemia.
Lo tenía todo en contra, era un animal muy viejito y fue muy doloroso verlo así y recordarlo, cuando lo recogimos, sabíamos que su esperanza de vida no iba a ser muy larga, pero nunca se está preparado para verlos marchar, era un gato muy cariñoso, un perrigato perseguidor.
Hasta siempre nuestro precioso, se te echa en falta.
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