Este gatiño, de la zona de Coia, aparentemente callejero, que acudía a comer a una colonia cercana fue castrado por la asociación.
Un año después de haberlo castrado un vecino, su dueño, nos comentó que tenía un gato que no estaba en buen estado y que necesitaba ayuda con él porque no tenía medios, y así volvió a nosotros, se llamaba Mono, un gato muy bueno, paciente y cariñoso.
El gato tenía un catarro muy feo, una bronconeumonía grave y unas placas muy malas, estuvo a tratamiento pero no recuperó, comenzó a no poder respirar bien y no se pudo hacer nada por él.
Estas fotos en la incubadora con oxígeno. Descansa en paz pequeño.
No hay comentarios:
Publicar un comentario