Este gatiño fue recogido en una Colonia de San Miguel de Oia para castrarlo.
Tenía una pata colgando, a causa de un mordisco que tenía en la patita delantera que le debía afectar a algún tendón porque tardó unas tres semanitas en recuperarse y en dejar de cojear, estuvo con tratamiento antibiótico y en breve volverá a su colonia castrado y totalmente recuperado.
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