Os recordamos la historia de Balú, que recogimos en Beade, envenenada.
Es una gata viejita, intocable, inmuno, estuvo muy pochita del hígado, le costó mucha arrancar y recuperar y ahí está aguantando.
Es una gata difícil, miedosa, que tenía costumbre de esconderse en sitios imposibles y cierta tendencia a la fuga. Ahora está más tranquila y se va dejando manipular.
Esta gatiña es una auténtica preciosidad.
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