Teresa no venía preparada para los acosos gatunos (aconsejamos venir con los hombros y espalda bien tapados) con lo que se quedó mirando a través de la puerta.
Padre e hijo disfrutaron de lo lindo de los acosos,cabezazos,ronroneos...........lidiaron con un auténtico asedio.
Muchísimas gracias a los tres por venir y repartir tanto cariño,ellos lo agradecen infinitamente y nosotros también.
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