La medicación lo mantenía,pero no solucionaba el problema,ni siquiera mejoraba.Sin embargo,su aspecto,estado de ánimo y ganas de vivir eran impecables,hasta estos últimos días.
El hígado tiene una gran capacidad de regeneración,pero la colestasis de Bouzas pudo con el.
Al principio,era el típico gato miedoso,huidizo que no se dejaba ni tocar.Se convirtió en un peluchiño de lo más cariñoso y sociable,es muy frustrante cuando no les da tiempo a conocer el calor de un hogar,lo que nos consuela es que haya tenido un final digno y tranquilo.
Hasta siempre compañero
Hasta siempre.... Ahora ya esta bien este donde este, no sufre.
ResponderEliminarlo siento!!
Nooo...
ResponderEliminarBouzas, por lo menos, conociste el calor de manos amigas que te protegieron en esta última etapa.
Exacto, quedaos con que gracias a vosotras ha tenido un final digno y si no ha conocido un hogar al menos si ha conocido el cariño, la ternura y la atención de un ser humano.
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