Este gatiño procedente de una de las colonias de Gondomar centro, vino en principio para castrar, pero una vez se vieron esas almohadillas, supimos que no podía volver.
Se llevó a consulta para cerciorarnos de que fuera pododermatitis, por ese abultamiento en las almohadillas centrales.
Patuco, nuestro otro gatiño con pododermatitis respondió muy bien al tratamiento, aunque es una dolencia autoinmune y es inevitable que tengan recaídas.
Esperamos que con este pequeño también funcione! que por desgracia, además de la pododermatitis, dio positivo a leucemia.
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