Nuestro viejiño Zipi fue una de tantas tristes historias. Él y su hermano Zape fueron los únicos supervivientes de su camada, y llevaban con nosotros desde el 2009, estuvieron toda su vida de refugio en refugio, y sólo en sus últimas etapas de vida conocieron el calor de un hogar, mejor tarde que nunca?
Zape murió hace unos años por insuficiencia renal, pero nos quedó Zipi, un gato queridísimo en el refugio, que siempre se hacía notar, siempre quería atención, siempre estaba de primero para la hora de los caprichos, el que siempre se metía en jaula ajena para robar.
Era un gatito inmuno y además tenía hipertiroidismo, el cual, consiguió controlarse con medicación. Desde que se diagnosticó de hipertiroidismo, hace ya meses, intentemos encontrarle una acogida, pero no hubo manera, a pesar de lo buenísimo que era, nunca tuvo la suerte de encontrar una adopción, aunque su hogar estaba con nosotros, donde siempre le quisimos muchísimo todos los voluntari@s.
Al final la inmunodeficiencia se lo llevó, pero se fue tranquilo, calentito, con la barriga llena y querido.
Sentimos que estuvieras toda tu vida de un refugio a otro, pero nunca te faltó de nada. Ahora al menos estarás con tu hermanito Zape.
