Este gatiño es de una colonia que controlamos el año pasado en Panxón. Es un gatito joven que parece que fue empeorando en cuestión de días de la movilidad de las patas traseras, además que lo vieron adelgazar y comer menos.
Tras llevarlo al veterinario, nos dijeron que por las lesiones de la columna podría haber sido un ataque de perro, pero en la placa no se veía muy claro. El pobre incluso hacía pis por desbordamiento y hubo que vaciarle la vejiga manualmente.
A base de tratamiento antiinflamatorio, el gatiño ha mejorado, como podéis ver en el vídeo, ya mea por sí mismo y puede erguirse.
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