Hace no mucho os hablamos de Elvis, que empezó con una perdida de peso y una diarrea que nos hizo pensar que tendría una úlcera gastrointestinal.
Se le estuvo tratando pero las analíticas iban dando fallo también en hígado y vesícula.
Lo que estaba padeciendo nuestro Elvis era una colangiohepatitis, una dolencia que involucra estos tres órganos: hígado, intestino y vesícula.
Tenía infección fuerte de vesícula, la diarrea, vómitos... aun con todo, con el tratamiento empezó a mejorar, cuando de repente empezó con una respiración muy rápida y mucha fatiga.
Tras una revisión veterinaria, descubrimos que a mayores tenía el corazón afectado, en la auscultación se le detectó un ritmo de galope.
Se intentó estabilizar con medicación, pero su corazón no aguantó más.
Hasta siempre pequeño, lo intentamos hasta el final, te queremos Elvis.
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