Nuestra princesa: https://blogdeproyectogato.blogspot.com/2020/07/ocho-gata-en-mal-estado-de-bouzas.html
Hace unos días compartimos algunas de estas imágenes de Ocho por nuestro Instagram.
Mucha gente se interesó por ella y qué le había pasado. Tiene la carita carcomida por un carcínoma en la nariz que se la ha extendido al ojo. Y lo que en primer momento parecía un mordisco en la oreja, parece que es igualmente un carcínoma, ya que en estas semanas solo ha hecho que avanzar más.
Aun así nuestra querida Ocho come muy bien, pide con maullidos su comida cuando tiene hambre, le encantan los mimos, ronronea y en la acogida donde está disfruta de una terraza donde toma el solcito muy a gusto.
Como ella, tenemos y hemos tenido muchos animales con un aspecto terrible, ya sea porque llegaron así, como Ocho, o porque se han ido deteriorando. Siempre en cualquier circunstancia luchamos por sacar a los animales adelante, si hay una posibilidad mínima, la tomaremos, pero también somos los primeros en saber cuando no tiene sentido que un animal esté con nosotros si está sufriendo.
En primer lugar hay muchos cuidados compasivos que darle a un animal terminal: si tiene algún tipo de dolor pero se puede cubrir con analgesia, si no come pero acepta que le demos de comer, si necesita sueroterapia por la enfermedad concreta (insuficiencia renal, por ejemplo) que tenga durante unos días un suero, etc.
Es una situación difícil y compleja, puede que no sepamos qué hacer, cómo o cuándo. Pero creemos que debería estar claro que si un animal con cáncer, insuficiencia renal o cualquier enfermedad que los deteriore, si puede tener aunque sean meses o semanas con CALIDAD DE VIDA debería poder disfrutar de ello. Otra cosa muy diferente sería que el animal necesite estar atado a un suero o con una máquina de oxígeno para poder vivir, sin ninguna posibilidad a estar pasear, jugar, comer o hacer lo que quiera.
Darsi, nuestra cojita, estuvo tres semanas sin querer comer nada por sí misma, pero aceptaba la comida que se le daba y estaba deseando poder salir a pasear, tomar el sol y comer hierbitas, incluso a veces salía con el gotero puesto.
Mami, que tenía un tumor en el corazón, no se podía hacer nada más que controlarla hasta que se pusiera malita, pero siguió dándose sus paseos, comiendo y disfrutando hasta el final.
Jessi tenía insuficiencia renal y tuvo un ataque neurológico, había perdido muchísima masa muscular, pero seguía queriendo cariños, salir a pasear y disfrutar del aire. Se le ponía un suero cuando le hacía falta por sus valores y siguió con nosotros hasta que ya no había suero que valiese y ya ni quería salir.
Cántabro y Compi, por su inmunodeficiencia se quedaron consumidos, delgados, pero querían seguir paseando, jugando y comiendo, cuando ya no quisieron nada de esto, era claro que era su final.
Teddi que también tiene un carcínoma en el ojo que le carcomió la mitad de la cara, pero come, tiene medicación paliativa y disfruta de un hogar de acogida hasta que llegue su final.
Iggy, aunque no pudo disfrutar como nos hubiera gustado, estuvimos buscando el problema que tuviera y una solución hasta el final, no por nosotros mismos, ya que fue un desgaste emocional importante, si no por la mínima posibilidad de encontrar algo que la salvara. Pero en el momento en el que ella ya no era la de siempre y aunque se encontrara al día siguiente una solución, en ella no iba a funcionar ya.
Y sólo por poner algunos ejemplos de gatos que ya no iban a salir adelante, pero les dimos el buen rollo y la calidad de vida que se merecían, y disfrutar de la última etapa de sus vidas.
Sería más fácil y más económico que a una gatita como a Ocho se la eutanasiara según la recogimos porque no va a salvarse de lo que tiene, ni la podemos operar, pero no es la opción más ética. Y creemos que de eso se trata, de poder equiparar a los animales al mismo nivel que a las personas, a cualquier persona en cualquier hospital le darán cuidados paliativos y compasivos, e incluso a veces hasta el punto de, lo que decíamos antes, depender de una máquina para vivir, y tampoco es eso, si no dar calidad de vida, insistimos.
Aun así, cuando llega el final de nuestro compañero, tenemos que ser fuertes y acompañarlo hasta el final, es duro y muy difícil pero nuestros compañeros se lo merecen. Incluso sería lo ideal que el veterinario fuera a casa para no molestar al animal ni sacarlo de su zona de confort, pero si tiene que ser en el veterinario, en un sitio desconocido, con gente desconocida, al menos tiene que ser con cada uno de nosotros, tranquilizándolo, dándole amor para que se vayan lo más tranquilos posible, sin miedo, sin nerviosismo, que lo último que vean sea a su amigo.
Si vas a adoptar a un animal, sea cual sea, por muy joven que sea ahora, piensa primero en esto, en que puede que tengas suerte y llegue a anciano y fallezca durmiendo, plácidamente, pero es muy probable que pase esto que os hemos contado: deterioro, veterinarios, cuidados paliativos y compasivos, acompañarlos en su eutanasia... si no vas a ser capaz de darle el mismo cariño, compañía y entrega cuando están enfermos o a punto de morir que cuando son jóvenes y fuertes, no le hagas eso al animal y no lo adoptes.
Hay muchísimos pros de añadir un compañero animal a tu familia, pero también hay que conocer los contras y asumirlos, como todo en la vida, como casarte o tener hijos, ellos también sienten y padecen y tenemos que ser fuertes, ya que por desgracia, seguramente nosotros les sobrevivamos por su menor esperanza de vida.
Por último, queremos compartir lo que Freud decía sobre que el ser humano es un megalómano, se cree por encima y superior al resto de las especies y por eso se ve con más privilegios que un animal. Creemos que ese es el fallo y lo que se debería cambiar, es esa megalomanía. Da igual humano, gato, rata, delfín... todos tenemos que tener los mismos derechos, la misma dignidad, el mismo respeto y la misma sensibilidad hacia los demás. Cuando lleguemos a eso, dejaremos de ver animales abandonados, bebés en contenedores, y todas las barbaries que se solemos ver.
No hay comentarios:
Publicar un comentario