Os recordamos la historia de Sabi: http://blogdeproyectogato.blogspot.com/2018/04/sabi-extraccion-piezas-bucales.html
En las últimas semanas Sabi empezó a deshidratarse, a no comer bien y a estar un poco apático. Le hicimos analíticas, pero los resultados eran buenos. Empezó con vómitos, muy abundantes. En distintas consultas se le fueron haciendo varias pruebas: ecografías, placas. No aparecía nada pero era evidente que el gato no estaba bien. Tenía un gesto que hacía con la boca que nos hizo pensar que volvía a tener molestias en la zona, pero tampoco era así. El animal no dejaba de perder peso, a no ser capaz de comer solo, a tener que ser alimentado por jeringa... todo en un mes.
Se le hizo un contraste, con bario para detectar posibles problemas internos pero tampoco se observó ninguna masa tumoral ni nada fuera de lo normal internamente.
El siguiente paso fue hacerle un TAC, queremos agradecer que a Clínica Fauna, en Pontevedra, el trato que nos dieron.
En la prueba apareció una masa grande, del tamaño de una vejiga llena de orina, justo delante de la vejiga y con origen en el yeyuno, casi con toda seguridad se trataba de un linfoma y la zona de la vejiga era la zona a la que ya se le había extendido.
En el vídeo donde pide tantos mimos veíamos de vuelta de la prueba en Pontevedra. Al inicio de la enfermedad pesaba casi 4 kgs. y acabo pesando 2,750 kgs. Estaba en los huesiños, muy tiradiño, alimentado por sonda, ya que el tumor había presión y no podía comer solo. Se comenzó con quimioterapia, porque suele funcionar bien con este tipo de cáncer, pero por desgracia, sólo pudimos darle una sesión porque el animalito ya no pudo más y lo dejamos descansar en paz.
Hasta siempre pequeño.
Hasta siempre pequeño.
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