Romina era uno de los 27 gatos que en 2017 fueron recogidos por un terrible caso de Síndrome de Noé. Tenía un tumor que ya se había extendido por todo su cuerpecito.
Ella en el refugio seguía pidiendo mimos como siempre y pendiente por si entraba latita rica por la puerta. Estaba tranquila en su sala con los que fueron sus compañeros de vida, Piotrek, Charlotte, Pumuki, Rufino, Doña Pura, Ambi, Pumita... solo cuando vimos que estaba llegando su final y que necesitaba más control, estuvo en una casa de acogida con una voluntaria, que la acompañó hasta que decidió que era el momento de irse.
Romina era una gata que, a pesar de su aspecto de eterna cachorrita, era ya una abueliña. Tenía ese halo de ternura que enamoraba, tal vez por su apariencia tan frágil, o puede que porque siempre, siempre se dejó querer.
Son muchos los animales que han formado parte de nuestra familia, muchos de los que nos hemos tenido que despedir, pero nunca llegas a acostumbrarte a decirles adiós.
Sea como fuere, te vamos a echar de menos Romi 
Gracias a todos y cada uno de nuestros voluntarios por todo el cariño que le disteis durante estos años.
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