Nuestro perrigato Forrest, un auténtico perseguidor no está pasando su mejor momento.
Es un gato inmuno y asmático, que desde hace un año tiene que seguir un tratamiento diario con corticoides, broncodilatadores y antibióticos.
Hace un mes pararon sus ataques durante unas semanas pero al tiempo, empezó a deteriorarse muchísimo físicamente, tiene dermatitis en la cara y empezó a perder peso de manera alarmante, se quedó en los huesos. Hace unos días su estado empeoró un poquito, respiraba con dificultad y aunque las analíticas daban bastante bien, tenía los leucocitos altos que puede ser a causa de la medicación de corticos.
Eso sí, lo más importante!!! él está feliz y contento, cuando empeoró se fue en acogida con una voluntaria, pensamos que no saldría adelante pero remontó un poco y se sigue comportando como el perrigato que es, siempre detrás y siempre obediente cuando se le llama. Aunque está fastidiadiño físicamente, su ánimo es el mejor posible y come con muchísimo apetito.
EL ASMA FELINO es una enfermedad respiratoria en la que se produce inflamación de los bronquios. Esta inflamación provoca obstrucción del paso de aire y la aparición de los signos clínicos, que principalmente son tos y dificultad respiratoria. Estos signos pueden aparecer de forma aguda, irse repitiendo a intervalos regulares o ser crónicos.
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