jueves, 19 de mayo de 2016

GASTÓN ,UNA ACOGIDA MUY ESPECIAL.NECESITAMOS AYUDA.

Necesitamos ayuda!!!
Gastón apareció la semana pasada (9 de mayo) en un monte de Gondomar (Pontevedra), en estas pésimas condiciones...una sarna muy avanzada y problemas de respiración.






No entendemos que alguien pueda abandonar a un bebé en este estado, ha tenido que sufrir mucho...
Como es habitual, por ser lo más fácil y por ser un animal considerado "de granja" utilizado por la mayoria para su beneficio, la primera opción que nos dio el veterinario fue el sacrificio. De ninguna manera entraba en nuestros planes... Y aquí está!! Luchando y mejorando mucho cada día.
Que Gastón se haya cruzado en nuestro camino es una señal, vamos a darle todo lo que necesita hasta que se cure y pueda encontrar una buena familia que lo quiera de verdad, pero necesitamos ayuda!!
El martes (10 de mayo) le pusieron una inyección para los ácaros y un antiinflamatorio, y ahora estamos con el tratamiento líquido para la sarna ,antibiótico, baños diarios y curas con vaselina. Este viernes el veterinario tiene que volver a visitarnos para repetir la inyección de los ácaros.
La protectora Proyecto Gato nos está ayudando, pero son muchos gastos...
Por favor, si puedes ayudar, contacta, necesitamos antibiótico, vaselina, paja para hacer sus camitas después de cada limpieza, pagar las facturas del vete, frutas y comida rica, todo será bienvenido!!! Y sino ..comparte!! Gracias de parte de Gastón!


GASTÓN EN LA TELE,1 SEMANA DESPUES.
 
 
¡Hola!
Me llamó Gastón, soy un bebé cerdito y quiero contaros mi historia....
Nací en una casa en una aldea gallega... Tengo pocos recuerdos de aquel sitio, sólo el recuerdo cálido de mi mamá... Estábamos en un lugar oscuro, dónde el único brillo que había era el de sus ojos amorosos... Allí pasábamos días y noches... aunque yo era muy pequeñito para recordarlo bien... No sé muy bien por qué, pero enseguida me puse enfermito... Me picaba mucho la piel... me sentía muy molesto y nadie me ayudaba a curarme... Oía a los humanos decir cosas feas... que si no "servía"... que si no era "productivo"... que qué iban a hacer conmigo... Yo no comprendía muy bien qué significaba eso, sólo sabía que mi piel seguía escociéndome y sufría mucho... Sólo sé que un día me cogieron unas manos humanas y me llevaron lejos de mi mamá... Yo gritaba y gritaba y mi mami también, pero no sirvió de nada... Me metieron en un coche y nos alejamos de aquel lugar.... Pasé mucho miedo, no sé cuánto tiempo estuvimos en ese coche... pero en un momento el coche se detuvo y esas mismas manos me sacaron de allí y me dejaron en medio de un bosque... Ese humano volvió a subir al coche, arrancó y se marchó... Y allí me quedé yo solito... desorientado, triste, lejos de mi mami, sin saber qué hacer... No sé cuántos días pasé allí, no sabía a dónde ir... Tenía mucho miedo, tenía frío, hambre, sed... Comía hierbas... bebía lo que podía del agua de la lluvia... Los días y las noches eran eternos y a ratos caminaba y a ratos buscaba un lugar donde descansar y tapar como podía el frío y mis miedos... Mi piel seguía picándome mucho, era insoportable... una costra marrón cubría mi cuerpecito... y sangraba... Intentaba frotarme contra las rocas que encontraba, pero nada aliviaba mi dolor... Pero una tarde ocurrió algo diferente... De repente dos perros vinieron ladrando hacia mí... me intentaron atacar y yo corría muerto de miedo... Pero enseguida apareció un humano corriendo, llamándoles por sus nombres... Los agarró y los ató a un árbol para que no me hiciesen daño... Y vino hacia mí, dejando a los perros atrás... pero yo tenía mucho miedo y caminaba todo lo que podían mis patitas para alejarme de allí... El humano me hablaba suave y se detuvo muy cerquita y se sentó, así que decidí pararme... Sacó algo de su bolsillo y empezó a hablar sin parar... Yo no entendía muy bien qué hacía pero no parecía querer hacerme daño... Hablaba sin parar, hasta que se volvió a levantar y otra vez me puse a caminar... Qué quería aquel hombre? Yo no quería que nadie me hiciese daño... Por más que yo caminaba, él seguía detrás... Hasta que llegamos a un lugar en el que aparecieron dos chicos y dos chicas más... Madre mía... ¡Más humanos! Hablaban entre sí, pero tampoco ellos parecían querer lastimarme... Uno de ellos traía una cuerda... Y con ella me agarró y me metieron otra vez en un coche... Seguía con miedo... ¿A dónde me llevaban otra vez?
Al cabo de un rato, el coche se detuvo y esos brazos me llevaron a una casa, dónde me esperaba una chica, que era amiga de esos humanos… Allí estaban todos rodeándome… Había un jardín muy grande, con un árbol que tenía unos frutos muy ricos que se llamaban nísperos… Y por primera vez en muchos días, comí y comí sin parar… cientos de nísperos para mí solito… Uhmmmm… qué ricos… Mucho mejor que las hierbas del bosque… No estaba tan mal aquel lugar… También me dieron agua para beber, y bebí y bebí todo un barreño enorme de agua…  ¡qué rica y qué fresquita!... Los humanos me hablaban despacito, acariciaban mi piel dolorida… Por primera vez también me sentí tranquilo y protegido… Había unas hojas debajo del árbol de los nísperos y allí me tumbé… saciado y contento por la comilona… Luego hicieron algo que me asustó mucho… Me cogieron en brazos y me llevaron a una bañera con agua y de repente seis manos me empezaron a echar un líquido y a frotarme por todos lados… Yo chillaba mucho… Me dolía la piel y no sabía por qué estaban haciendo esto… Pero los humanos me hablaban despacio y poco a poco el sonido de sus voces y esa agua calentita me fueron calmando y decidí ya tranquilizarme, porque algo en mi interior me decía que aquellos humanos me iban a cuidar mucho. Si me habían dado nísperos y agua, si pude cobijarme en las hojas del árbol y si esa agua calentita y sus caricias y sus voces tranquilas me calmaban el picor, aquel sitio y aquellas personas sólo podían ser un lugar bueno dónde por fin podría relajarme y descansar…
Aquella noche dormí tranquilo, en una camita calentita de paja, con la barriga llena y saciada mi sed.  A la mañana siguiente, las chicas me llevaron a un lugar que nunca había visto, a un doctor de animales, dónde una chica con bata blanca me miró con unos aparatos muy raros, me pinchó y dijo que estaba muy enfermito, sarna avanzada se llamaba mi enfermedad,  y también dijo que tenía una infección respiratoria muy grave y que la mejor opción era eutanasiarme. Yo no sabía qué significaba esa palabra, pero enseguida mis amigas humanas dijeron que no, que iban a luchar por mí, que me cuidarían y me darían un tratamiento para ponerme bueno. Me acariciaban y abrazaban mientras decían aquello y sentí calma y tranquilidad. Para ellas, decían, no era algo, era alguien… Alguien con ganas de vivir, de jugar, de sentir la hierba bajo los pies, el aire en la cara…
Así que durante dos días volví a casa de esa chica, y vinieron sus amigas y su familia, y me bañaron y me fueron sacando poquito a poco la costra marrón que cubría mi cuerpecito. Yo ya no chillaba tanto, porque me aliviaba y sentía seguridad entre aquellas personas buenas. ¡Y luego me daban cosas tan ricas de comer!
Una mañana la chica me dijo que me iban a llevar a una casa de acogida, donde había un lugar tranquilito y apartado dónde podía descansar los 15 días que tenía que estar alejado de otros animalitos a causa de mi sarna…  Y allí me llevaron, y me visitan y vienen a cuidarme, a darme comiditas ricas y a ponerme las medicinas las chicas de la primera casa y sus amigas… Y aquí estoy, luchando con todas mis fuerzas por ponerme fuerte y bueno pronto, para que mi piel deje de picarme y me vuelva a crecer el pelito, para que pasen pronto estos 15 días y pueda conocer a otros amigos peludos… Porque me han dicho mis amigas humanas que van a buscar un sitio donde viven los cerditos con suerte como yo… un lugar dónde se nos quiere, se nos respeta y se nos cuida… donde podemos ser nosotros mismos… donde viven muchos amigos que han sufrido el abandono y el maltrato como yo y donde tienen una segunda oportunidad para crecer y vivir felices para siempre… Esos sitios se llaman Santuarios… Mis amigas me han dicho que van a llamar a todas las puertas de esos sitios con la esperanza de que en alguno haya un huequito para mí… Yo espero que sí… Pero mientras, seguiré soñando y mis amigas humanas, mis haditas madrinas, seguirán contándome historias de amor, justicia y respeto… Seguirán sanándome el cuerpo y el alma… Y yo, que sólo soy un bebé, seguiré soñando, porque ellas dicen que si se desean muy fuerte y con mucha intensidad,los sueños se hacen realidad....

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