GALICIA Y SUS PERRERAS MEDIEVALES.

GALICIA Y SUS PERRERAS MEDIEVALES

Este artículo lo enviamos a ESQUERDA UNIDA para denunciar la situación de las protectoras,perreras...en Galicia.

El eurodiputado Willy Meyer,dará a conocer la situación en Bruselas,en el parlamento Europeo.

Para su redacción ,echamos mano del artículo de Julio Ortega con el mismo título.

En pleno siglo xxi,existen en Galicia Centros municipales oficialmente dedicados a la acogida, al cuidado y a la adopción de animales abandonados sumidos no ya en la precariedad, sino carentes de cualquier tipo de recurso que obligatoriamente ha de ir unido a este tipo de servicio y en los que el departamento dedicado a la muerte de los perros y de los gatos parece ser el único que funciona con siniestra efectividad, al menos desde el punto de vista económico que no bajo el deontológico, porque por ahorrar gastos en cualquier tipo de atención, manutención, personal o medios materiales, se aplica la ejecución modo abundante y barato(en muchos centros , se utilizan paralizantes musculares ,ilegales como el anectine que producen una muerte lenta y agónica por asfixia,) tendente no a evitar el sufrimiento de los animales, sino a impedir que pidan de comer o a tener que procurarles cuidados veterinarios y para ello nada mejor que matarlos, de hambre, dejando de atenderles en caso de enfermedad o de heridas, facilitando las peleas y si al final nada de eso resulta efectivo, con un sacrificio económico, que la muerte de saldo no elude padecimientos pero si ahorra euros. 

No, la Galicia de las perreras no tiene nada que ver con esa moderna que se pregona, ni tampoco con la de los folletos de turismo que se presenta al mundo como Galicia Calidade,inmersos todavía,en muchos aspectos,en el medievo brutal y siniestro en la que el respeto a la vida, sobre todo a la de las "bestias", es un valor inexistente al menos en una parte de sus habitantes y, como ejemplo, valga el alto índice de abandono de perros y gatos, y de maltrato, principalmente a manos de cazadores, afición sangrienta que en la Comunidad en la que se celebran los campeonatos de caza del raposo o de tiro al pombiño cuenta con un buen número de adeptos, o el desprecio bastante generalizado hacia los mismos sobre todo en el ámbito rural, un entorno en el que conceptos como atención veterinaria, libertad de movimientos(perros encadenados de por vida,desde que nacen hasta que mueren,con cadenas de 2m en el mejor de los casos) o respeto por su integridad no suelen ser valores aplicables a perros y gatos, y también por parte de algunos de sus políticos, tanto por indiferencia como por consentimiento cuando no por responsabilidad directa, pues la gestión de las perreras corresponde a los ayuntamientos, que bien las atienden con medios propios o delegan en alguna empresa privada, y es en estos dos casos en los que nos encontramos con situaciones en las que más allá de deficiencias tendríamos que hablar de conductas criminales, aunque a veces la Ley, normalmente partidista, insuficiente y profundamente injusta, las califique como mucho de faltas.

¿Por qué la gestión de las perreras no recae en sociedades protectoras y en albergues en los que el sacrificio no forma parte de sus cometidos y cuya preocupación por los animales suele estar más que demostrada?.y no en empresas privadas,que no son más que centros de exterminio,sin permisos como es el caso de Culleredo que contrató a una empresa de desratización.

Nacer perro o gato en Galicia es tener muy altas probabilidades de verse abocado al desamparo, al sufrimiento y a una muerte prematura y dolorosa.

 Entre el poco aprecio que se les tiene sobre todo en determinadas zonas, el gran número de ellos que muere atropellados debido al estado lamentable de las vallas de protección en viales rápidos y a la conducción temeraria de muchos por carreteras de parajes rurales, en las que es habitual que perros y gatos deambulen por los márgenes o las crucen, también a su maltrato, abandono y hasta muerte tan frecuente a manos de cazadores para los que los perros sólo son dignos de atenciones mientras cumplan su función para la caza, después se convierten para ellos en estorbos a eliminar o abandonar, y al fin, porque el último recurso que les queda, la asistencia por parte de los centros gestionados por los ayuntamientos, en vez de ser un servicio adecuado, sensible con las necesidades de estas criaturas y orientado a su cuidado y ayuda, no suelen ser más que negocios y centros de exterminio que tanto si están en manos municipales como cedidos a cualquier empresa privada, lo único que les preocupa es la cuenta de resultados, por eso cada perro o gato que entra en ellos, se convierte en candidato a una ejecución casi instantánea y mientras les llega su hora, la atención que reciben es por completo insuficiente.

Existen asociaciones protectoras en Galicia,como es el caso de la asociación proyecto gato que están pendientes de juicio con el ayuntamiento por negarse a matar a los animales y sacar a la luz las atrocidades que se llevan cometiendo en la perrera municipal de vigo desde hace más de 25 años.

Una de las respuestas por parte de la concellería de Medio Ambiente de vigo ante la demanda por parte de la asociación de medios,recursos,campañas de esterilización masivas.............fué la siguiente: “ya sabeis lo que teneis que hacer si hay tantos,matarlos;hay que hacer un servicio a la ciudadanía”

¿Sabe la comisión que el objetivo de la mayoría de las perreras municipales de Galica no es el cuidado de los animales sino su exterminio?

¿Sabe la comisión que la mayoría de las administraciones no tienen el más mínmo interés en abordar el problema desde la raiz,y se contratan a empresas privadas para que hagan labor de “limpieza” en las calles y se exterminen a cientos de miles de animales de forma cruel en toda galicia?

¿Sabe la comisión que el ayuntamiento de vigo rechazó un proyecto de reducción del abandono en un 20%,sensibilización,esterilización,fomento de adopciones y voluntariado por parte de ACLIVET(asociación de clínicas veterinarias de vigo) ?

En Galicia,casos de semejante crueldad y negligencia no son precisamente escasos y constituyen una realidad vergonzosa e intolerable.