COMUNICADO DE PRENSA DE LA FUNDACIÓN ALTARRIBA
15 diciembre 2010
24 municipios de Catalunya renuncian a la moratoria y dejan de sacrificar animales abandonados.
La Federación de Municipios cada vez más sola en sus quejas para seguir matando
El martes 14 de diciembre, el pleno de la "Mancomunidad Penedès / Garraf", que agrupa en total a 30 municipios de las dos comarcas, decidió en una votación por unanimidad renunciar a la moratoria que contempla la ley (DECRETO LEGISLATIVO 2/2008, de 15 de abril, por el que se aprueba el Texto refundido de la Ley de protección de los animal). Dicho decreto (redactado por el Gobierno Tripartito PSC + ERC + ICV y aprobado por el Parlament de Catalunya el 23 de diciembre de 2008) permitía sacrificar animales sanos al Centro de Acogida De Animales Domésticos de la Mancomunidad, CAAD, situado en el término municipal de Vilafranca del Penedés.
Esta decisión se toma después de una fuerte actividad, durante todo este año, de las delegaciones de Fundación Altarriba en el Garraf y en el Alt Penedès, que continuó recientemente con conversaciones con representantes de la Manconunitat y del propio CAAD, a las que se incorporaron tanto la directora general como la directora del Área Jurídica de la Fundación Altarriba. Este paso supone la disminución, en 24 municipios, de los 70 que tenían aprobada la moratoria, y quedan por lo tanto sólo poco más de un 4% de ayuntamientos con moratoria en toda Cataluña.
Esto sucede en un momento en que varias voces de ayuntamientos catalanes se quejan de que la falta de recursos les impide cumplir con la normativa de protección animal vigente. Desde Fundación Altarriba, su director de proyectos y delegado en el Garraf, Víctor Pinto, se argumenta que "no se trata de aumentar los recursos, sino de hacer bien el trabajo. No es admisible el elevadísimo número de abandonos de animales que se producen, unos 30.000 al año sólo en Cataluña, y mientras tanto los perros pasean por las calles sin que nadie verifique si están microchipados. Algunas cosas se están haciendo bien, como la campaña de esterilización que cada año pone en marcha la Mancomunidad, pero hay que incidir directamente en los abandonos y por eso hemos presentado varías propuestas de cambios metodológicos en las recogidas que esperamos que se acepten", comenta el delegado en el Garraf. La moratoria no obstante será efectiva a partir del mes de abril de 2011 dando tiempo para efectuar las modificaciones necesarias para hacer sostenible el CAAD.
La directora general de Fundación Altarriba, Matilde Figueroa, felicita a la Mancomunidad Garraf|Penedés por esta decisión ejemplar, tanto más importante porque ha sido unánime, y afirma que "las quejas de ciertos ayuntamientos sobre el coste de no matar pueden resultar creíbles para el ciudadano, que no tiene porqué tener conocimiento real del tema, pero para las protectoras catalanas, que llevamos años recogiendo miles de animales sin matar a ninguno, es una mentira indecente. Habría que investigar en cuántos de esos ayuntamientos hay una gestión de empresas privadas de las perreras;en ciertos casos además hemos descubierto relaciones familiares y de amistad, más allá de la pura gestión, que llevan a defender por todos los medios el negocio de matar."
Yolanda Valbuena, directora del Área Jurídica de la Fundación, recuerda también que "estamos hartos de presentar denuncias por abandonos de perros de caza. Cualquier protectora a la que se pregunte confirmará que es el gremio de los cazadores el que más está saturando los refugios (hasta más de un 60%), y no pasa nada, las denuncias caen en saco roto. Es un colectivo sin control (sin licencias de actividades, sin registro de núcleos zoológicos, sin identificación de sus animales….), sólo con privilegios y subvenciones millonarias (hasta 400.000 euros en el año 2008, en plena época de crisis) que deberían enrojecer de vergüenza a la Generalitat. ¿De qué sirve que el ciudadano se vaya concienciando sobre el abandono y la adopción, si los cazadores incumplen la ley de forma reiterada e impune? También ahí habría que investigar a fondo el asunto de las amistades". La Fundación Altarriba recuerda, en este punto, que un ciudadano particular puede abandonar uno o dos animales, que son los que tiene, pero un cazador está en posesión de diez, veinte o cincuenta.
Fundación Altarriba, Amigos de los Animales
Barcelona, 15 de diciembre de 2010
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