Esta es Anita, que lleva con nosotros un par de años. Es una gata mayor de la colonia de Pizarro.
Anita estuvo mucho tiempo en jaula, tuvo una diarrea muy insistente que tardamos en controlar y luego se operó de la piezas dentales y tuvo que hacer el post operatorio.
Cuando quisimos empezar a soltarla para que se juntara con un grupo, siempre tuvo mucho miedo: se metía en una esquina y dudábamos de que saliera a comer, ya que hacía caca y pis en el mismo sitio. La estimulábamos moviéndola por el jaulón en brazos y dejándola en distintas zonas, la devolvimos a su jaula pero con la puerta abierta para que tuviera al menos su sitio seguro con comida y agua, etc.
Estaba siendo una adaptación complicada y luego se le sumó la mudanza y vuelta a empezar con la adaptación en el nuevo refugio, donde le pasó lo mismo.
Salía de la jaula pero para irse a una esquina de la cual ni se movía (o al menos muy poco), así que volvimos a empezar el proceso desde la jaula, donde se encontraba bien, y comía. Le dimos su tiempo, y ahora, POR FIN! Anita empieza a soltarse! ya la vemos por en medio de la sala, sin estar escondida (aunque nos huye), y lo más emocionante fue cuando, en las últimas semanas, pudimos captarla TRANQUILAMENTE en la zona exterior.
No podéis imaginar la ilusión que nos hace que, después de tanto esfuerzo con Anita, tantos pasos hacia adelante y hacia atrás y, sobre todo, tanto tiempo después, podamos ver la luz al final del túnel y que por fin pueda disfrutar! Disfrutar del nuevo sitio por el que hemos peleado tanto y queremos que disfruten todos, ella ahora quiere hacerlo!
Cada gato es un mundo, todos tienen un carácter diferente, unos tienen más miedo y otros son más sociables, a unos les gustan los gatos y a otros no, etc. Anita además de la lenta socialización en su jaulón, no es para nada una gata manipulable, lo que complicó las cosas un poco, pero con cariño y calma se puede conseguir.
En cualquier tipo de socialización esas son las claves: tener paciencia, darles su tiempo, ellos lo irán marcando, y no tener nunca miedo de manipularlos, aunque sean gatos que responden con bufidos o atacando, necesitan la misma o incluso más atención para perder ese miedo y acostumbrarse al nuevo sitio.
Ya ha pasado bastante tiempo desde que empezamos la adaptación con Anita, pero no había más opción que seguir intentándolo, rendirse nunca es una opción💪 y aquí están los frutos.
Os enseñamos varias fotos del avance (jaula, en la sala de lejos, y finalmente, en el exterior🥰).