Este gatiño estuvo varios días acurrucado en la esquina de ese tejado, que estaba en una zona de difícil acceso, se llegaba subiendo un muro de cuatro metros, con una verja metálica y una enredadera por la que se podía trepar hasta el tejado de uralita que como podéis apreciar en las fotos, era un poco inestable, por lo que tuvimos que tener mucha cuidado, además en la zona más cercana al gato el suelo se hundía y no se podía pisar.
Se intentó coger con ganapán pero el gato se asustó y se escondió debajo del tejado, en un alerón, donde no se podía acceder
Se colocó la jaula trampa hasta que finalmente cayó.
La mayor dificultad fue moverse por el tejado con el peso de la jaula trampa con el gato y bajarla, lo que hicimos finalmente con una cuerda y ayudándonos de una escalera.
Como véis, el gatiño tiene los ojos perdidos, por un proceso infeccioso o una pelea, además ha dado positivo en inmunodeficiencia y leucemia. Estamos utilizando colirios antiinflamatorios con él.
Gracias a Candela, la vecina que dió el aviso, y que nos facilitó las llaves de su domicilio para que pudiésemos acceder a la zona del muro a través de su ventana siempre que lo necesitásemos.